Un cuarto de siglo de cine, encuentros y puentes culturales entre Argentina y Alemania
Llegamos al 25. El número se dice rápido, pero para el Festival de Cine Alemán celebrar su 25° edición no es poca cosa. Fueron años de una labor tan ardua como placentera, construyendo puentes cinematográficos entre Argentina y Alemania con el objetivo de hermanar aún más a dos pueblos unidos por incontables lazos culturales.
2025 nos regala este motivo adicional para celebrar y queremos hacerlo junto al público. Esos espectadores que nos acompañan desde aquel 1999 que se asomaba a un siglo nuevo cargado de incógnitas. Por suerte tenemos al cine, que nos ayudó a pensar y entender mejor de qué se trata este futuro convertido en realidad.
Durante un cuarto de siglo (y algo más), el Festival de Cine Alemán forjó su propia historia, alimentada por artistas de renombre mundial que nos halagaron con sus presencias. Es inevitable recordar a Doris Dörrie, gran invitada de la primera edición, que pasó por Buenos Aires en 1999 para presentar ¿Soy linda? (Bin ich schön?), una de sus películas inolvidables, y de quien 10 años más tarde proyectamos Cherry Blossoms (Kirschblüten – Hanami). En esta trabajó junto a una de sus actrices favoritas, la popular Hannelore Elsner, quien en la segunda edición compartió con nosotros el estreno de Ningún lugar al que ir (Die Unberührbare), de Oskar Roehler.
Otra gran actriz que nos visitó fue Julia Jentsch. Lo hizo junto al director Marc Rothemund para mostrar la película que la convirtió en una figura: Sophie Scholl (Sophie Scholl – Die letzten Tage). O el cineasta Andreas Dresen, que en 2006 acompañó la proyección de Verano en Berlín (Sommer vorm Balkon) y de a poco se convirtió en un clásico del festival.
Los invitados fueron muchos, pero no podemos olvidar las visitas de cineastas como Matti Geschonneck (La conferencia / Die Wannseekonferenz), Dennis Gansel, director de la polémica La ola (Die Welle) o Wolfgang Becker, ganador del Oscar por Good Bye, Lenin (proyectada en la 3° edición), quien en 2016 presentó en persona Yo y Kaminski (Ich und Kaminski).
Y además Florian Cossen, Cosima Lange y Germán Kral, directores de El día que no nací (Das Lied in mir), Chamame y Adiós, Buenos Aires, filmadas en Argentina. Entre los títulos que honraron distintas ediciones se destacan:
– Las leyendas de Rita (Die Stille nach dem Schuss), de Volker Schlöndorff
– Contra la pared (Gegen die Wand), de Fatih Akin
– La vida de los otros (Das Leben der Anderen), de Florian Henckel von Donnersmarck, ganadora del Oscar en 2007
– Toni Erdmann, de Maren Ade, nominada en 2017
– Pina y Anselm, de Wim Wenders
– Hannah Arendt, de Margarethe von Trotta
– Undine y Cielo rojo (Roter Himmel) de Christian Petzold
Todo eso y hasta una edición online -la de 2020, con la que atravesamos juntos la pandemia de covid-19– es lo que compartimos con nuestros espectadores.
Tanta historia construida, tantos puentes de cine tendidos, hacen que el 25° Festival de Cine Alemán no sea uno más. Por el contrario, se trata de la confirmación de ese vínculo emotivo que se ha fortalecido con el tiempo.
Como cada año, esta edición es organizada por German Films y cuenta una vez más con el apoyo del Goethe-Institut. Un equipo de lujo para celebrar estas bodas de plata de la mejor manera: renovando la propuesta de encontrarnos a ver el mejor cine alemán.
Un cuarto de siglo de cine, encuentros y puentes culturales entre Argentina y Alemania.
Llegamos al 25. El número se dice rápido, pero para el Festival de Cine Alemán celebrar su 25° edición no es poca cosa. Fueron años de una labor tan ardua como placentera, construyendo puentes cinematográficos entre Argentina y Alemania con el objetivo de hermanar aún más a dos pueblos unidos por incontables lazos culturales.
2025 nos regala este motivo adicional para celebrar y queremos hacerlo junto al público. Esos espectadores que nos acompañan desde aquel 1999 que se asomaba a un siglo nuevo cargado de incógnitas. Por suerte tenemos al cine, que nos ayudó a pensar y entender mejor de qué se trata este futuro convertido en realidad.
Durante un cuarto de siglo (y algo más), el Festival de Cine Alemán forjó su propia historia, alimentada por artistas de renombre mundial que nos halagaron con sus presencias. Es inevitable recordar a Doris Dörrie, gran invitada de la primera edición, que pasó por Buenos Aires en 1999 para presentar ¿Soy linda? (Bin ich schön?), una de sus películas inolvidables, y de quien 10 años más tarde proyectamos Cherry Blossoms (Kirschblüten – Hanami). En esta trabajó junto a una de sus actrices favoritas, la popular Hannelore Elsner, quien en la segunda edición compartió con nosotros el estreno de En ningún lugar al que ir (Die Unberührbare), de Oskar Roehler.
Otra gran actriz que nos visitó fue Julia Jentsch. Lo hizo junto al director Marc Rothemund para mostrar la película que la convirtió en una figura: Sophie Scholl (Sophie Scholl – Die letzten Tage). O el cineasta Andreas Dresen, que en 2006 acompañó la proyección de Verano en Berlín (Sommer vorn Berlin) y de a poco se convirtió en un clásico del festival.
Los invitados fueron muchos, pero no podemos olvidar las visitas de cineastas como Matti Geschonneck (La conferencia / Die Wannseekonferenz), Dennis Gansel, director de la polémica La ola (Die Welle) o Wolfgang Becker, ganador del Oscar por Good Bye, Lenin (proyectada en la 3° edición), quien en 2016 presentó en persona Yo y Kaminski (Ich und Kaminski).
Y además Florian Cossen, Cosima Lange y German Kral, directores de El día que no nací (Das Lied in mir), Chamane y Adiós, Buenos Aires, filmadas en Argentina. Entre los títulos que honraron distintas ediciones se destacán:
– Las leyendas de Rita (Die Stille nach dem Schuss), de Volker Schlöndorff
– Contra la pared (Gegen die Wand), de Fatih Akim
– La vida de los otros (Das Leben der Anderen), de Florian Henckel von Donnersmarck, ganadora del Oscar en 2007
– Toni Erdman, de Maren Ade, nominada en 2017
– Pina y Anselm, de Wim Wenders
– Hannah Arendt, de Margarethe von Trotta
– Undine y Cielo rojo (Roter Himmel) de Christian Petzold
Todo eso y hasta una edición online -la de 2020, con la que atravesamos juntos la pandemia de covid-19– es lo que compartimos con nuestros espectadores.
Tanta historia construida, tantos puentes de cine tendidos, hacen que el 25° Festival de Cine Alemán no sea uno más. Por el contrario, se trata de la confirmación de ese vínculo emotivo que se ha fortalecido con el tiempo.
Como cada año, esta edición es organizada por German Films y cuenta una vez más con el apoyo del Goethe-Institut. Un equipo de lujo para celebrar estas bodas de plata de la mejor manera: renovando la propuesta de encontrarnos a ver el mejor cine alemán.